La piel, mucho más que una simple envoltura, es el órgano más extenso de nuestro cuerpo, una barrera protectora que refleja nuestra salud interna y el cuidado que le brindamos. Su bienestar va más allá de la estética: cada imperfección, arruga o cambio en la textura nos comunica información valiosa sobre nuestro estado general.

Aunque el cuidado integral de la piel comienza con una alimentación equilibrada, hidratación adecuada y descanso reparador, existen pasos y productos específicos que pueden optimizar su salud y apariencia. Pero, ¿cómo aprendemos a interpretar las señales que nuestra piel nos envía? Expertas en dermatología nos revelan las claves desde dos perspectivas complementarias.

El secreto de una piel joven y saludable

Contrario a la creencia popular de que el cuidado de la piel debe comenzar solo cuando aparecen problemas o signos de envejecimiento, la dermatóloga Valeria Canatta enfatiza la importancia de la prevención desde temprana edad.

"Establecer una rutina diaria de cuidado de la piel es fundamental no solo para tratar afecciones como acné, piel grasa o sensibilidad, sino también para prevenir el envejecimiento prematuro y mantener un aspecto saludable a largo plazo", explica Canatta.

Para convertir el cuidado de la piel en un hábito duradero, la doctora Canatta recomienda comenzar con una rutina simple y efectiva:

Limpieza nocturna: "La limpieza facial antes de acostarse es crucial para eliminar el maquillaje, la suciedad y los contaminantes acumulados durante el día, así como las células muertas que obstruyen los poros".

Hidratación matutina: "Por la mañana, lavar suavemente el rostro e hidratarlo con una crema adecuada para tu tipo de piel.  Si lo deseas, puedes aplicar un suero específico antes de la crema hidratante para abordar necesidades particulares".

Protección solar: "El protector solar no es opcional. Es el último paso y el más importante en cualquier rutina de cuidado de la piel, ya que protege contra los daños causados por la radiación UV, principal causa de envejecimiento prematuro y cáncer de piel".

Errores comunes y cómo evitarlos

Al comenzar a cuidar nuestra piel, es común cometer errores que pueden resultar costosos e incluso perjudiciales. Canatta advierte sobre algunos de los más frecuentes:

Autodiagnóstico y compra excesiva de productos: "Uno de los errores más comunes es comprar una gran cantidad de productos basándose en publicidad o recomendaciones sin consultar a un dermatólogo. Un profesional puede evaluar tu piel y recomendar los productos específicos que necesitas".